Medusas de Fuego (Cyanea capillata)
La medusa de fuego (Cyanea capillata), también conocida como "melena de león del mar", es una de las especies más grandes y llamativas de medusas en los océanos. Su nombre se debe a su aspecto impresionante y a la apariencia de su largo tentáculo, que puede tener un tono rojizo o anaranjado intenso.
Características de la Medusa de Fuego
La medusa de fuego tiene un diámetro de campana que puede alcanzar hasta 2 metros, y sus tentáculos pueden extenderse varios metros más. Su campana es de color translúcido y puede variar en tonos de blanco, rosa o marrón. Los tentáculos están cubiertos de pequeñas células urticantes, llamadas cnidocitos, que contienen toxinas para capturar y paralizar a sus presas.
Una característica distintiva de la medusa de fuego es su forma de natación. Utiliza contracciones rítmicas de su campana para propulsarse y moverse a través del agua. Además, cuenta con órganos sensoriales que le permiten detectar presas y evitar depredadores.
Hábitat y Distribución
La medusa de fuego se encuentra en aguas frías y templadas de los océanos Atlántico, Pacífico y Ártico. Es común en regiones costeras de Europa del Norte, Canadá, Alaska y partes de Asia. Prefiere aguas más frías y se encuentra a menudo en áreas con corrientes marinas ricas en nutrientes, donde puede encontrar abundancia de alimento.
Alimentación y Depredadores
La medusa de fuego se alimenta principalmente de zooplancton, pequeños peces y crustáceos que quedan atrapados en sus tentáculos urticantes. Una vez capturada la presa, las células urticantes liberan toxinas paralizantes para inmovilizarla y luego es llevada hacia la boca central de la medusa.
Aunque la medusa de fuego es una especie grande y venenosa, tiene algunos depredadores. Algunos peces, como la tortuga boba (Caretta caretta), se alimentan de las medusas de fuego. Además, algunas aves marinas también se aventuran a comerlas, evitando los tentáculos urticantes.