La Cyanea capillata (medusa melena de león ártica) es una medusa de aguas frías que se encuentra en los océanos Atlántico y Pacífico. También se le conoce como medusa melena de león ártica. Esta medusa es un organismo gelatinoso que puede tener un diámetro de hasta 2 metros. La Cyanea capillata es transparente y tiene tentáculos amarillos que le rodean la boca. Los tentáculos están cubiertos de células urticantes llamadas cnidocitos.

La medusa melena de león ártico se alimenta de plancton y peces pequeños. Los tentáculos amarillos que rodean su boca están llenos de cnidocitos, que son células urticantes. Estas células liberan toxinas que paralizan a sus víctimas. La medusa entonces puede moverse hacia ellas y ingerirlas. La Cyanea capillata también puede producir luz, lo cual le ayuda a atraer a su presa durante la noche.

Las 'Cyanea capillata' son animales solitarios y nocturnos. Por el día se quedan inmóviles en el fondo del mar, escondidas entre las rocas o en grietas y cuevas. Así evitan ser devoradas por otros animales marinos.

Por la noche salen a cazar y nadan hasta encontrar un banco de peces para atacarlos. Como ya hemos mencionado, sus tentáculos secretan un veneno paralizante que les permite inmovilizar a sus víctimas para luego engullirlas

.

Los tentáculos de la 'Medusa melena de León ártica' pueden alcanzar los 30 metros de longitud, siendo 10 veces más largos que su cuerpo. Están cubiertos por una sustancia pegajosa llamada nematocistos, que contienen toxinas paralizantes para sus presas. Así, cuando un pobre pez se acerca demasiado a esta monstruosa medusa, sus tentáculos lo envolverán y lo inmovilizarán para que pueda ser engullido.

La medusa melena de león ártica se encuentra en los océanos Atlántico y Pacífico. Es comúnmente visto en las costas de Alaska, Canadá, Japón y Rusia. Vive en las profundidades del mar, hasta los 3,000 metros de profundidad.

La Cyanea capillata es importante porque es un indicador del health del ecosistema marino. Las medusas están en la base de la cadena alimenticia y por lo tanto son sensibles a los cambios ambientales, lo cual las convierte en indicadores precisos del ambiente marino.

Aunque no todas las especies de medusas son venenosas, todas comparten un aspecto curioso: no tienen sistema nervioso ni órganos internos complejos. En su lugar, están formadas por un anillo simple de tejido musculoso que rodea un espacio vacío. Y es en este espacio donde se encuentran sus órganos vitales.

La medusa leon se desplaza a través del océano gracias a los movimientos ondulatorios de su anillo muscular. Pero si quieres saber qué es lo más curioso de todo, aquí te lo contamos: este movimiento ondulatorio no está controlado por el cerebro de la medusa, sino por el sistema nervioso periférico que se encuentra en sus tentáculos.